LA MOVIDA MADRILEÑA
Es
un movimiento contracultura surgido
HISTORIA
La noche
madrileña siempre fue muy activa no sólo por las salidas nocturnas de los
jóvenes, sino a causa de un interés inusual en las llamadas culturas
alternativas o underground. Todo ello había estado germinando desde
los movimientos culturales juveniles que anteriormente, a través del boom
turístico, habían llegado del resto de Europa en
los sesenta y setenta y que, tras la caída de la dictadura
y con el cambio de régimen, encontrarían ya un terreno abonado para
desenvolverse completamente. Fue parte del cambio y liberalización cultural e
ideológica a que se abriría la gran mayoría de la sociedad española en general.
LAS NUEVAS CONCEPCIONES DEL ARTE
La imagen de la movida fue obra de autores como Ceesepe, que retrataron la
imagen de la noche madrileña, o las imágenes oníricas de Madrid que hiciera
la fotógrafa Ouka Leele o los retratos en blanco y negro de la
modernidad madrileña que hiciera el también fotógrafo Alberto García Alix.
Revistas como La Luna yMadriz, sirvieron para
darse a conocer la obra de jóvenes fotógrafos, pintores y viñetistas. El mundo
del comic de los años 80, animado por estas publicaciones, seguía esa
tendencia “underground” con toques castizos que le caracterizó, donde se
mezclaban los ambientes más sórdidos y la sofisticación de una modernidad.
La estética de los 80 encontró a través de estos dibujos y fotografías un
escaparate que ha trascendido en el tiempo. Las imágenes de la noche de
Madrid que nos ofrece García Alix pudieron verse en
la reciente exposición del
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, y forman ya parte
tanto del imaginario colectivo de la generación de aquellos años
como de la historia de la fotografía contemporánea en España.
Podríamos hablar también de otras artes que contribuyeron a crear una
imagen moderna de Madrid, de hecho fue ese interés por convertir a Madrid
en una capital distinta a la que había sido durante el franquismo, una de
las señas de identidad de La Movida. Pero sin duda, más allá de las artes
gráficas, el cine y los fanzines, la Movida se recuerda a partir de su
música.
PRINCIPALES CORRIENTES DE LA NOVELA DE 1975
En 1975 se publica La verdad sobre el caso Savolta, escrita por Eduardo Mendoza. Esta obra revela una vuelta
al interés por la trama, al viejo placer de contar y leer historias, rasgo que
se convertirá en el principal nexo de unión de las diversas modalidades del
relato en esta etapa.
También son características de esta época la enorme proliferación de
títulos, el incremento del número de escritores, la vinculación entre la labor
literaria y la periodística en numerosos autores y el gusto creciente por el
relato corto.
La abundancia de títulos
impide una clasificación exhaustiva; sin embargo, las tendencias más
sobresalientes dela novela desde 1975 son las siguientes:
Novela de intriga: El éxito de esta corriente
radica en la adaptación de un producto puramente americano a la cultura
española, así como las obras creadas por uno de los escritores más importantes
de la época, Manuel Vázquez Montalbán ( Los mares del sur; Asesinato en el
Comité Central )
Son interesantes en esta línea los títulos El invierno en Lisboa y
Plenilunio, de Antonio Muñoz Molina.
Aparecen novelas que no pertenecen en rigor a esta categoría, pero que
incorporan recursos de la novela policiaca, como Visión del ahogado de Juan
José Millás, o Queda la noche de Soledad Puértolas.
Novela histórica: Este es uno de los
géneros de mayor éxito editorial desde los años 80 en el que se engloban
novelas que sitúan la acción en marcos temporales pasados ( El capitán
Alatriste, de Arturo Pérez Reverte)
Los acontecimientos en ocasiones son el soporte para una reflexión sobre
problemas humanos universales; la fabulación histórica puede adoptar incluso una óptica irónica y desmitificadora
( Las máscaras del héroe ,de Juan Manuel
de Prada ).
En esta tendencia cabría incluir los relatos sobre la Guerra Civil, como
Las trece rosas, de Jesús Ferrero; Soldados de Salamina, de Javier Cercas.
Novela intimista: Estas novelas están protagonizadas por una
persona de mediana edad, habitualmente desconcertada y angustiada, que vive en
un espacio urbano actual y cuyos problemas íntimos
Se abordan en el relato, tales como el amor, la soledad, la memoria, la
propia identidad o la incomunicación. En ocasiones se difuminan las
fronteras entre la vida real y el mundo
de la fantasía con intención de desconcertar e implicar al lector.
Ejemplos de estas novelas son El desorden de tu nombre de Juan José Millás; Juegos de la edad tardía, de Luis Landero o Historia de un idiota contada por él mismo, de Félix de Azúa.
Novela testimonial: Tendencia en la que
los autores construyen relatos realistas sobre problemas sociales, como la
defensa de la condición femenina en Te trataré como una reina, de Rosa Montero,
o la vida de los más jóvenes, como en Historias del Kronen, de José Ángel
Mañas.
“El valor no es la ausencia del miedo, sino el miedo junto
a la voluntad de seguir”